SER SIERVO NO LO HARÁ FAMOSO. SOLAMENTE RICO.

Hace algún tiempo recibí una llamada telefónica. Cuando contesté, una voz me dijo:
-¡Bang! ¡Estas muerto!
Me quedé callado. No sabía qué pensar acerca de lo que me habían dicho. Entonces oí una voz familiar, la de James Campbell, un cliente mío:
-John, te llamo sólo para recordarte que cada día todos debemos morir a nosotros mismos.
Eso es verdad. Siempre hay espacio en la cumbre para cualquiera que quiera decir: “Serviré”.
Hace varios años escuchaba a Zig Ziglar. En su presentación decía: “Siempre tendrás en la vida todo lo que quieras si ayudas a otros a obtener lo que quieren”. Cuando escuché esa afirmación algo salio de mi interior.
Entonces allí mismo tomé la decisión consciente de incorporar ese concepto a mi vida. Ha producido un cambio sustancial.
El verdadero liderazgo cristiano comienza siempre con el servicio.
El Egoísmo termina siempre en autodestrucción. John Ruskin dijo: “cuando un hombre se envuelve en si mismo hace un paquete muy pequeño.
Ser siervo no es siempre lo más natural que podemos hacer. Como usted sabe, todos estamos condicionados a pensar acerca de nosotros mismos. Por eso el 97% de todas las personas escriben su propio nombre cuando se les ofrece una pluma para que la prueben. Sin embargo, a pesar de nuestra tendencia a la autopromoción es cierto que mas se logra cuando nadie se preocupa de quien se lleva el crédito.
Dios nos ha llamado siempre a servir a quienes dirigimos. Esté deseoso de servir sin tratar de obtener beneficios. Antes de buscar una manera de conseguir, busque maneras de dar.
Nadie es realmente un éxito en la vida hasta que haya aprendido a servir. El antiguo refrán es cierto: “el camino hacia la sala del trono pasa por los cuartos de los sirvientes”. Una de las más sabias decisiones que usted puede tomar en la vida es hacer algo por alguien que no tiene el poder ni los recursos para devolverle el favor. En Mateo 23:11 nuestro Señor dijo: El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. En Mateo 20:26-27 declaró:
Más entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor,
Y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo.
Uno de los más increíbles beneficios de ser cristiano es el hecho de que cuando se dedica a ayudar a otros, no puede remediar el ser recompensado abundantemente y personalmente. La recompensa y las bendiciones de ser siervo van más allá de lo que se puede ver u oír.
JOHN L. MASON